Ya les platiqué mi origen como aficionado a los deportes, ahora les contaré de mi origen como jugador, por que también lo fui y un poco mas intenso que de aficionado, Soy el mas chico de 3 hermanos, R el de en medio no entrará mucho en juego ya que el definitivamente tenía y tiene otros intereses que le apasionan.
Mi madre me metió al mundo del béisbol, con los amigos de la escuela y alrededor de la casa jugaba fútbol, pero lo mio era otra cosa y al bésibol tienes que ir a buscarlo. Con LM mi hermano el mayor nos gustaba cachar por las tardes con nuestros guantes, alguna pelota vieja y ponernos nombres de beisbolistas famosos, Valenzuela, Ron Cey, Reggie Jackson o Pedro Guerrero, jugadores de esa época, lo que siempre le he de agradecer a mi hermano es que a pesar de ser 4 años mas grande que yo, siempre tiraba la pelota como si yo fuera de su edad, no tenía mucha consideración de eso, lo que me hizo aprender mas rápido. Mis primeros partidos fueron en la rotonda junto a mi casa, béisbol puro, sin límite de edad, yo era el mas chico de 6 o7 hasta los de 17 años, todos jugaban, hombres y mujeres. Esos fueron mis inicios en este deporte que tiene tantas reglas, escritas y sobre todo las no escritas, esas que hacen de cada jugada una posibilidad inmensa de comentario y análisis, es conocido como el Rey de los Deportes principalmente por su manera de jugarlo, en la mayoría de las competencias de equipo existe un emparejamiento total, tenis 1 contra 1, basketball 5 contra 5, fútbol 11 contra 11 en el béisbol se juega 9 contra 1, nueve a la defensiva y un bateador, las posibilidades en cada jugada son muchas y tienes que anticipar la situación, las estadísticas hacen la diferencia entre cada lanzamiento, es un mundo diferente, que desde esa edad me enamoré de el.
Nunca fui bueno para el fútbol, si acaso de portero, me transformaba con los guantes puestos, mas que talentoso le echaba muchas ganas y como en cualquier otro deporte, odiaba perder. En el béisbol era diferente, tenía las habilidades necesarias para jugarlo bien y con ganas, si de por si me gustaba verlo, jugarlo era mi verdadera pasión, jugué en un equipo de mi ciudad de pequeño, en la escuela, en la universidad en Puebla, en la prepa en torneos mixtos, para mi era lo mismo jugar en el mejor campo de la ciudad que metido en los cañales junto algún ingenio azucarero de la zona, Córdoba era una zona beisbolera que desgraciadamente se ha ido haciendo a menos.
Por el béisbol conocí grandes personajes y amistades, un día Don Pepe Santana, un tipazo y apasionado del deporte, que era mi manager, sacó mi mejor versión en el momento menos esperado, en el primer partido de una serie final de la liga en que jugábamos en el estadio Beisborama 72, si ese, mi primer estadio, en el que llegué en muletas y con el tobillo vendado con una férula, por una lesión de 15 días antes, me senté junto a todos sin uniforme, cuando el partido lo íbamos perdiendo con mucha diferencia se volteó y me dijo, "Pepe, quítate eso que vas a pichar !!"......¿ qué ?...no había intentado ni caminar y el quería que pichara, hasta el día de hoy no logro comprender su intención, no se si fue para demostrarle a los demás que alguien que traía muletas pudiera jugar con mas ganas o hacerme ver que mi lesión era medio mental, yo confiaba en todos mis compañeros, no tenía que demostrarles nada así que me quite la férula y entré, no lo hice tan mal pero tampoco ayudé a que ganáramos el partido, no lo recuerdo como un acto de valentía de mi parte, mi recuerdo es con Don Pepe por la enseñanza, el que manda siempre es el entrenador y en el béisbol o en la vida, se tiene que seguir un orden y si eres parte de un equipo, el equipo es primero no importa nada mas, de lunes a viernes nos entrenaba el "Toche" Peláez, había jugado varios años en grandes ligas, Ganamos los dos siguientes juegos y quedamos campeones.
P en la final del campeonato nacional 6-7 años 2011 |
Tuve la oportunidad de jugar a los 14 años en Canadá y ahí me di cuenta lo difícil que es llegar a grandes ligas, nuestros entrenadores eran jóvenes de República Dominicana de 16 a 18 años, atléticos todos y con una habilidad excepcional para jugar, eran 6, con el tiempo ninguno llegó a las mayores, uno de ellos era pitcher y lanzaba la bola a mas de 90 millas por hora, entrenábamos a pararnos con el bat en el home y la lección era no moverse, era casi imposible, a esa velocidad la pelota se oye, hace un ruido que da miedo, como cuando abres un cierre de una chamarra muy rápido, así se oye y no la ves, te quitas por instinto y es lo que tienes que controlar. Extraño estar en el jardín izquierdo y oír el sonido del bat en la pelota y con eso saber a que distancia irá un elevado, extraño la convivencia, en el béisbol se habla mucho entre todos, extraño los entrenamientos, las sesiones de bateo, y sobre todo las innumerables historias de cada manager, entrenador o jugador. Una de las mayores alegrías que me ha dado el béisbol, no como jugador si no como padre fue ver hace 4 años a P mi hijo el menor jugar para la selección de nuestro estado y convertirse en Campeón Nacional, esa historia se las contaré algún dia.
Volviendo a leer lo que acabo de escribir......solo les puedo pedir.... que si alguien quiere para su equipo de veteranos a algún jardinero izquierdo de 42 años, aquí estoy !! ...
mejor no, al béisbol ...... tienes que ir a buscarlo.
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