Escribir de mi vida y mis aficiones no podría estar ni medianamente completa, si no hablo de una de las personas que mas me ha marcado en mi vida, mi abuelo, MIGUEL ESCÁRCEGA RODRIGUEZ, así con mayúsculas, esto para empezar es lo mas increíble de todo, no compartimos ni el apellido, ni la sangre. Mi mamá vivió con su tíos desde muy pequeña por razones que todavía ni ella logra comprender, pero debido a eso contamos desde recién nacidos mis hermanos y yo con dos personas que nos dieron mas en nuestras vidas que cualquier abuelo carnal, sé que R y LM opinan muy parecido a mi, pero como es mi blog hablaré solo en primera persona.
Mi abuelo y yo teníamos un "ritual", en mi etapa de estudiante y cuando vivía fuera siempre que me iba a despedir los domingos a su casa, nos sentábamos en la mesa y hablábamos, no siempre era el mismo tiempo pero regularmente el hablaba una hora y yo solo lo escuchaba, luego hablaba yo una hora y el solo me escuchaba, éramos el psicólogo uno del otro sin quererlo, platicábamos de lo que fuera, de lo que sentía, de lo que había pasado en su semana o de cualquier cosa y yo también, eso si es lo que mas extraño físicamente con el, nunca me daba consejos, al contrario, me decía que me equivocara, que solo así aprendería, confiaba mucho en mi, creía en mí, claro que en mis mas oscuros y tristes días eso es lo que me hace salir, saber que mi abuelo cree en mí me hace creer, en lo que sea y cuando sea, una de mis canciones favoritas se llama Holland Road de Munford and Sons dice en una parte "If you´ll believe in me, I´ll still believe", como me acuerdo de tí siempre en esa parte abuelo, hicimos muchas cosas juntos, muchísimas, recuerdo cuando me acompañaste al Pirata a un partido del Tiburón, ya eras grande y yo también, me dijiste " es la primera vez que entro a un estadio....y no podía ser con otra persona mas que contigo......" gracias, acabo de llevar a mis hijos por primera vez al Azteca a ver un partido de México y claro que en lo primero que me acordé fue de ese día contigo, no se ni contra quien jugaron ni como acabó el partido, iba contigo.
Su casa siempre fue mi casa, mi refugio, dormía de chiquito y de grande, cada fin de semana que podía, llevarlos a Puebla al doctor cada sábado era otro ritual imperdible, siempre desayunar al mismo Vips, los detalles que tenías con las meseras, a todo el mundo tratabas igual, puras atenciones, no soportabas las injusticias, eras correcto siempre, tenías tu carácter claro, no hubieras llegado hasta donde llegaste sin tenerlo, te ganaste el cariño y amor de todo el mundo. Me regalaste una medalla de oro de BON JOVI sin que te la pidiera, que abuelo hace eso ??, a los 17 me regalaste el boleto de avión para ir a verlos en concierto a Monterrey, no solo me cumplías mis gustos, los sabías perfectamente, siempre gracias, en tu casa viven mis hijos y MC, no podía estar en mejores manos, si a alguien querías era a ella, solo quiero que sepas que en esa parte todo esta bien y siempre lo estará, no me enseñaste mas que ese camino.
El único consejo que recuerdo me diste y lo repetías muy seguido era que "NUNCA VEAS A NADIE POR ENCIMA DEL HOMBRO, NO ERES MAS QUE NADIE PARA VERLO ASÍ, PERO SOBRE TODO, NUNCA PERMITAS QUE NADIE, TE VEA POR ENCIMA DEL HOMBRO", tu lo practicaste todos los días de tu vida, ese es el mejor consejo que recibí de ti, tu vida, todas esas veces que no te cansabas de contarme toda tu vida, de Puebla, de la Hacienda en Balvanera, el otro día fui a visitarla, bueno lo que queda de ella, de tu infancia, de Soledad, de Córdoba, de tantas historias que tenías y que no me importaba que las repitieras, gracias y mil veces gracias por cada momento contigo, tu sabes que siempre fue mutuo, tratabas a todos nosotros con una manera de hacernos los consentidos de ti, no creo que nadie me lo pueda refutar, yo siempre fui el consentido de los dos, de mi abuela y de ti y si no fue así, claro que no importa, lo importante es que no los hacías sentir.
Mi abuela, Etelvina González Canseco es tema aparte, no menos importante, mi abuelo no sería lo que fue sin ella y yo tampoco, mucha gente me dice NEGRO de cariño, pero ninguno como ella, era "su negro", era una persona con un pasado que la atormentaba, sufrió mucho de pequeña por lo que su carácter era difícil, pero nunca conmigo , todo era amor, paciencia y comprensión, claro que me regañaba y un día por contestarle mal a un maestro hasta dos cinturonazos me dio, todas con justa razón y hasta con cariño recibía cada regaño, creo que siempre he sido muy respetuoso y educado con todas las mujeres gracias a ella, el amor que se tuvieron entre ella y mi abuelo fue mágico.
Días antes de la celebración número 61 de su aniversario de bodas les estaba haciendo un video de su vida juntos, con fotos y videos con todo lo que teníamos guardado, pero también de cosas que iban pasando hasta el día del evento. Mi abuela ya estaba muy enferma, se acordaba de todo su pasado pero de cosas recientes le costaba mucho trabajo, ya no se podía expresar. Ella siempre había querido tener una esmeralda, le encantaban, acompañé a mi abuelo un día a buscarle la mejor que pudiera conseguirle, por que en eso si mi abuelo no escatimaba, complacer los gustos de mi abuela era cosa sagrada para él. El día que mi abuelo le iba a entregar un anillo con la esmeralda que habíamos comprado decidí que era una buena oportunidad para filmar y ponerlo en el video final, mi abuela estaba en la terraza de su casa, yo me quede en la ventana con la cámara grabando, mi abuelo no me veía, el salió, se hincó junto a ella y le dijo que le daba ese anillo con todo el amor y cumpliendo un deseo de ella, con lágrimas en los ojos le dijo que gracias por todo lo que le había dado y que cambiaría ese anillo y todo lo que estuviera a su disposición con tal de verla sana, obviamente se me partió el corazón y apagué la cámara, que momento me toco presenciar, no es que me lo quisiera quedar para mi, no era ni es mio, ese momento era de ellos dos, la besó y le acariciaba el pelo, por que además no había mas VERDAD que esa, mi abuelo hubiera cambiado todo con tal de verla bien. Ese momento lo recuerdo perfectamente, como también decirles que 20 días después de eso mi abuela murió de su enfermedad un 6 de febrero del 2003, los dos eran muy católicos, para mi abuelo entregarla a su Dios en la iglesia fue otro de los tantos actos de amor que demostró, tan solo un día después, mi abuelo que venía escondiendo su propia enfermedad también murió, el 9 de febrero del 2003 en la madrugada, que ejemplar, que digno, que amor y para mi, que ORGULLO, gracias a los dos por ese último mes, por que a partir de ese día los tengo mas cerca........ siempre están junto a mi, en mi.
Bonita anécdota Pepe, enhorabuena por haber sabido corresponder al amor y cariño que te brindaron tus abuelos, y además el haberte permitido vivirlo en su máximo, un abrazo
ResponderEliminarAtte
Roberto Garrido
Para muchos de nosotros el carácter nos lo forjaron los abuelos. Enhorabuena por las vivencias con los tuyos. Saludos.
ResponderEliminarAtte.
Daniel Montes Salto.